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MEDIOAMBIENTE | INVESTIGACIÓN

Aragón, tierra de megaproductores mundiales de cerdo

Gigantes de la exportación, artífices de que España venda fuera más de la mitad de la carne de porcino que produce, eligieron la región para sus planes de expansión internacional. Cada vez más granjas, cada vez más grandes. Aragón superó a Cataluña en cabaña de cerdos en 2017.

Gigantes de la exportación, artífices de que España venda fuera más de la mitad de la carne de porcino que produce, eligieron la región para sus planes de expansión internacional. Cada vez más granjas, cada vez más grandes.

ANA TUDELA Y ANTONIO DELGADO
24 DE JULIO DE 2022
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Aragón se ha ido plagando de macrogranjas, especialmente en la última década y es ya la primera comunidad autónoma en el censo de ganado porcino de España desde que superó a Cataluña en 2017. A finales de 2021 contaba con casi 10 millones de animales repartidos en 4.577 explotaciones activas de las cuales el 90% tiene más de 1.000 plazas de cebo o más de 400 madres reproductoras.

Más de la mitad de las explotaciones porcinas en Aragón se encuentran situadas en municipios de menos de 1.000 habitantes. En 6 de cada 10 municipios viven más cerdos que personas.

La apuesta por la región de las principales exportadoras españolas de porcino y su modelo de integración tienen mucho que ver. Han recibido ayudas públicas millonarias, apoyo normativo, respaldo público de las administraciones a cambio de llevar sus inversiones a tierras escasamente pobladas en las que gran parte de la población vive ya de uno u otro modo del cerdo.

¿Cómo se ha llegado a la situación actual?

En abril de 2011, el alcalde y natural de Ejea de los Caballeros, el socialista Javier Lambán, hoy presidente del Gobierno de Aragón, participó en la inauguración de la fábrica de piensos que la catalana Vall Companys había construido en la localidad. Inversión: 25 millones de euros. Más que cualquier presupuesto municipal anual de Ejea en toda su historia. El pienso de la fábrica estaba destinado a alimentar las granjas que Vall Companys iba integrando y sobre todo las que iba a integrar en la zona centro y norte de Aragón, el territorio escogido para continuar con su expansión internacional especialmente en el mercado asiático, según recogen sus memorias ante el Registro Mercantil.

El modelo de integración

Integrar significa proporcionar a las granjas los lechones (o madres), el pienso, las medicinas, los servicios veterinarios y la recogida y transporte del ganado, cada eslabón provisto por una filial de la integradora. Mientras, el granjero integrado, un granjero sin animales propios aunque en el Gobierno de Aragón se refieran a ellos como ganadería familiar, pone las instalaciones, la mano de obra y una de las partes más complejas del proceso dado su poder contaminante: la gestión de los purines, que queda así al margen de la responsabilidad de la integradora.

El Gobierno de Aragón, el Ministerio de Agricultura y el Fondo Europeo FEADER apoyaron el proyecto de Vall Companys, por entonces ya un gigante del porcino, con una subvención de 3,2 millones de euros para la construcción de la fábrica de piensos, más 200.000 euros para la adquisición del terreno por parte de la Diputación Provincial de Zaragoza y el Ayuntamiento de Ejea.

La fábrica de piensos no cerraba el círculo del nuevo núcleo de producción que Vall Companys estaba creando en Aragón, réplica de los que ya tenía en Cataluña. En 2013, Vall Companys compró el matadero Cárnicas Cinco Villas. ¿Dónde? En Ejea de los Caballeros. Las distancias cortas son fundamentales para el control de los costes, base de la carne barata del modelo de integración que ha hecho casi inviable competir con otro tipo de modelos de ganadería. Pero eso implica que las granjas que suministran la carne se concentren en zonas determinadas y que sean cada vez de mayor tamaño. Vall Companys ha invertido decenas de millones en las instalaciones del matadero de Cárnicas Cinco Villas, que ha pasado de sacrificar 705.000 cerdos en 2013, el año de la compra, a 2,6 millones en 2020.

Vall Companys es un gigante que en 2020 facturó 531 millones de euros pero solo es un ejemplo. No es la única integradora de porcino en la comarca de las Cinco Villas ni en el resto de Aragón ni mucho menos.

Algunos de los principales grupos de porcino de España han visto un futuro de crecimiento en un territorio con amplias extensiones de terreno, poca población y un fuerte apoyo al sector por todas las Administraciones.

En la zona integran granjas Guissona, con sede también en Lleida, propietaria de la cadena de tiendas Bon Area y grupo que facturó 2.250 millones de euros en 2021; Piensos Costa, con sede en Fraga (Huesca) y perteneciente a Grupo Empresarial Costa, 820 millones y que cuenta tras sus últimas adquisiciones con una estructura similar a la de Vall Companys para el sector porcino, ha entrado en el avícola y, aunque su principal fuente de ingresos con diferencia es el cerdo, cuenta con negocios de energías renovables, concesionarios de automóviles, hoteles y promoción inmobiliaria; y Grupo Jorge, que aunque tiene algo de negocio en renovables debe al porcino casi la totalidad de los 1.382 millones que ingresa, todo ello según las cuentas de cada empresa de 2020 ante el Registro Mercantil. Además operan en la región integradoras de menor tamaño y un carácter más regional.

En octubre de 2017, el presidente Lambán visitaba las instalaciones del matadero de Grupo Jorge en Zuera para acompañar al anuncio de la empresa de una inversión de 135 millones y 2.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2020 para incrementar un 58% su capacidad de sacrificio de animales. Lambán aprovechaba para anunciar la creación de un clúster del porcino en Aragón por considerarlo un sector estratégico para la región.

En julio de 2018, el presidente Lambán acompañaba el anuncio de una nueva inversión de Piensos Costas. 61 millones de euros y 1.600 puestos de trabajo en la ampliación de sus instalaciones en Fraga (Huesca). Días después, el Gobierno de Aragón declaraba el proyecto Inversión de Interés Autonómico, lo que equivale a reducir a la mitad los plazos ordinarios de trámite en los procedimientos administrativos y “recibir un impulso preferente y urgente por parte del Gobierno de Aragón”.

Megaproductores

Dos de las citadas integradoras, Vall Companys y Costa Food Group, aparecen en el listado de megaproductores mundiales de cerdo que publican la canadiense Genesus y National Hog Farmer y que identifica grupos empresariales mundiales con más de 100.000 cerdas reproductoras. Aunque los treinta primeros puestos están ocupados casi en su totalidad por grupos estadounidenses y chinos, las dos españolas figuran entre ellos.

La apuesta por la exportación de cerdo ha hecho que España lidere el número de cabezas de ganado porcino de la Unión Europea con más de 34 millones de animales y sea ya el tercer productor mundial de carne de porcino por detrás de China y Estados Unidos. En 2021 se sacrificaron en España 58,3 millones de animales y se produjeron 5,2 millones de toneladas de carne.

En 2021, la tasa de autoabastecimiento de cerdo fue del 212,5%, lo que significa que España produjo más del doble de la carne destinada a consumo interno

Circulando por las escasamente pobladas tierras de comarcas como las Cinco Villas, por sus caminos mal asfaltados, sus campos infinitos y sus calles desiertas puede resultar complicado hacerse idea del cruce de comercio internacional en que se han convertido.

Ejea de los Caballeros, donde sigue gobernando hoy el PSOE; y la vecina Tauste, donde lo hace el PP, pertenecen a la comarca de las Cinco Villas, con más de un millón de plazas de porcino. Solo la despoblada comarca de Los Monegros, situada entre las provincias de Zaragoza y Huesca, supera a las Cinco Villas en número de animales.

Situación de las 4.573 explotaciones de ganadería porcina industrial activas de Aragón en 2022
Las comarcas de las Cinco Villas y Los Monegros cuentan con más de un millón de cerdos
Las comarcas de las Cinco Villas y Los Monegros cuentan con más de un millón de cerdos en centenares de granjas de ganadería industrial | Fuente: Gobierno de Aragón

Actualmente hay 58 granjas de porcino intensivo en Tauste que superan el número de plazas que las obliga a registrar sus datos de emisiones de metano y amoniaco en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR), lo que permite calificarlas como macrogranjas. Ejea de los Caballeros cuenta con otras 53 obligadas al registro. Son dos de los municipios con mayor número de estas explotaciones industriales en toda España, lo que coloca a ambos en cabeza de las emisiones de estos gases en el país por parte de estas instalaciones industriales.

¿Por qué Ejea?

Según explican fuentes oficiales de Vall Companys, “Ejea de los Caballeros es una zona de Aragón que está bien conectada, con buenas infraestructuras y que se encuentra dentro de un perímetro de una zona concreta de España (la mitad este) donde hay experiencia ganadera”. La concesión de subvenciones públicas, aseguran, “no influyó en nada. Nos dieron las mismas subvenciones que cualquier otra actividad industrial”.

Al ser preguntadas por las fuertes inversiones acometidas en el municipio y si hubo un objetivo inicial de granjas a integrar, aseguran que “no existía ningún objetivo en el número de granjas”, aunque en las cuentas sí se explica que “la producción de la fábrica de piensos” de Ejea, “cumplió en 2020 los objetivos previstos respecto a los niveles de producción” del pienso destinado a alimentar las granjas. En 2020 se aprobó proceder a una nueva “ampliación de la fábrica”.

¿En qué medida ha podido influir la apuesta por la zona y la estrategia de reducción de costes de transporte de las grandes integradoras en la concentración de granjas en Aragón y especialmente en algunos de sus territorios? Vall Companys reconoce que “se apuesta por una zona que esté dentro de un perímetro donde exista una cadena de valor que va de la granja al procesado de porcino (sacrifico y despiece) que sea eficiente”.

El resto de integradoras citadas han sido contactadas para recoger igualmente su postura y les ha sido enviado un cuestionario por correo electrónico cuya recepción ha sido confirmada. En el momento de publicación de este trabajo no ha sido recibida su respuesta.

Todas las facilidades

En un foro de debate sobre la agroindustria celebrado en Ejea de los Caballeros el pasado 26 de mayo, la alcaldesa, Teresa Ladrero, inauguró el encuentro poniendo de manifiesto que “estamos en un momento complejo porque ya la ONU adelanta que 50 millones de personas están a las puertas de la hambruna, y va haber escasez de agua y de alimentos. Debemos reflexionar sobre la crisis alimentaria y la soberanía alimentaria en un contexto donde todo sube. Como Ayuntamiento nosotros tenemos que poner todas las facilidades, en todos sus extremos y en todos sus sentidos”.

Esta investigación solicitó en reiteradas ocasiones una entrevista con Teresa Ladrero, alcaldesa de Ejea de los Caballeros y también se le ha enviado un cuestionario por email. El Ayuntamiento que representa ha declinado hablar sobre la situación del porcino en el municipio porque “no está interesado”.

En el mismo foro de debate también participó Joaquín Olona, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. “Los medios de comunicación jugáis un papel absolutamente esencial. ¿Cómo se explica todo esto? A veces decimos en el ámbito agrario que nos lo explicamos a nosotros mismos, Esto hay que explicárselo al conjunto de la sociedad. Es fundamental que los ciudadanos entiendan los retos y profundicen algo más. El papel de los medios de comunicación es clave”.

El Departamento que dirige ha declinado conceder una entrevista con el consejero Joaquín Olona, solicitada reiteradamente durante dos meses, aunque se han comprometido a responder en los próximos días al cuestionario enviado por email.

Granjeros forzados a ampliar la granja

El tamaño de las granjas no ha dejado de crecer. Según fuentes de los granjeros integrados del municipio de Tauste, que piden para hablar el anonimato porque aseguran que las integradoras les han dado instrucciones de no hablar con la prensa, el porcino les ha permitido a muchos ganar dinero e ir pagando los créditos bancarios con los que empezó la mayoría pero también se han visto forzados a crecimientos que no estaban muchas veces en sus planes. Con el paso del tiempo, las integradoras han ido pidiendo nuevas inversiones para ampliar las granjas, lo que supone en muchos casos salir de un crédito para meterse en otro, añaden. El gran miedo “cuando estás con deuda” es “que la integradora en una campaña deje de llenarte el cebadero (de lechones para engorde) o la granja de madres”. No es solo un temor. En cada mala temporada (por caída de demanda, subida de precios de las materias primas de los piensos…) los que no alcanzan las medias de las tablas que deben ir rellenando cada mes primero sufren una caída de las primas que paga la integradora y pueden llegar a dejar de recibir ganado, aseguran las citadas fuentes. La integradora va modificando las formas de producción, los plazos y la alimentación del ganado. Competir con las granjas cada vez de mayor tamaño que se siguen construyendo es cada vez más difícil. Reunir la inversión para la instalación, también.

Aunque algunos de los granjeros que afirman haber tenido que ampliar sus instalaciones están integrados con Vall Companys, fuentes oficiales del grupo aseguran en respuesta a dichas afirmaciones que “no se tiene un número de plazas mínimo establecido como condición para integrarse” y señalan a una de sus 560 granjas integradas en Aragón “que es solamente de 100 cerdos y éstos son un complemento a la actividad agrícola de sus ganaderos. En ningún caso hay un número mínimo establecido y podemos decir que un 65% de las granjas es de 2.000 plazas”. Es el límite, por cierto, a partir del cual se exige Autorización Ambiental Integrada.

“Todas las granjas tienen su contrato de integración. Este contrato proporciona seguridad a las granjas y a la empresa integradora; es una seguridad recíproca”, continúa Valls Companys. “Es de interés mutuo y de garantía para las dos partes que las granjas estén acondicionadas a las exigencias de la administración y preparadas para obtener unos resultados de crianza lo más óptimos posibles y la máxima bioseguridad a la que se pueda aspirar”. Por lo que respecta a las inversiones, ”desde la empresa no se “piden” [con comillas en la respuesta] inversiones ya que la granja es propiedad única y exclusivamente del granjero. En cambio, sí que cuando un granjero integrado al Grupo estudia reformar o modernizar su granja, un equipo de Grupo Vall Companys asesora y ayuda con el fin de conseguir unas mejores condiciones, siempre teniendo en cuenta criterios veterinarios y constructivos. En el primer caso teniendo en cuenta la máxima bioseguridad y bienestar animal; y en el segundo, buscando ser los más sostenibles posible -fomentando placas solares, sistemas de bebida y favorecer la economía circular-. Con esto se consigue que granjas más antiguas estén actualizadas”.

Temor al cambio de ciclo

Al sector de las granjas intensivas ha empezado a llegar dinero de otros sectores y de las capitales de provincia que están invirtiendo en nuevas granjas de gran tamaño. Los granjeros que llevan más tiempo muestran su temor a un cambio de ciclo en el que no haya negocio para todos, lo que parece más que justificado viendo las cifras de 2022. A pesar del crecimiento en el número de animales y producción, España tiene ya un problema con las exportaciones a China, su principal mercado. China ha empezado a limitar las exportaciones debido a que quiere ser autosuficiente en cinco años.

En la primera mitad del año 2022 las exportaciones a China han caído un 45% respecto al mismo periodo del año anterior.

La apuesta por la región de las grandes integradoras de porcino de España, algunas con origen en Aragón como Costa Food Group pero otras como Vall Companys llegadas desde Cataluña por la saturación que ya se vivía allí, ha cambiado el paisaje. Se ve a ras de suelo, donde hay zonas en las que se sucede una granja tras otra separadas solo por la distancia mínima exigida, pero bajo el suelo, coincidiendo con las zonas de mayor concentración de granjas, se ha ido gestando un enorme problema.

Los purines que generan los animales se usan para fertilizar tierras pero las cifras muestran una realidad muy diferente a esa finalidad en principio beneficiosa para la agricultura. Más granjas, más purines.

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