En la CHS creen entonces encontrar la solución para los vertidos. Se trata de una red de salmueroductos, propiedad de la CHS, que se ha financiado con dinero público, en torno a 40 millones de euros, y cuyo objetivo inicial
era captar los retornos de riego del Campo de Cartagena, para evitar que llegasen cargados de nitratos al Mar Menor.
Pero lo más importante es que la red dirige el agua que capta a la desalobradora del Mojón, una instalación construida en 1996 por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo con la doble finalidad, explica el BOE, "por un
lado de preservar el Mar Menor de los retornos de riego originados en la zona regable del Campo de Cartagena y que presentan un elevado contenido en nutrientes, lo que propicia la eutrofización del Mar Menor; y por otro lado,
obtener nuevos recursos hídricos para los regadíos de la zona al reutilizar el agua procedente de los retornos de riego una vez tratada".
Con todo aparentemente atado y bien atado, la Confederación procede entonces a conceder las autorizaciones provisionales, de cinco años, a 52 desaladoras de agua subterránea privadas. Otras muchas proliferaron
por el Campo de Cartagena. No son instalaciones baratas. Algunas superan los 400.000 euros de inversión sin contar con el mantenimiento. No es algo pensado para ser usado de forma temporal.
El salmueroducto se hizo insuficiente rápidamente para asimilar todo el rechazo de las desalobradoras privadas que se iban poniendo en marcha. La CHS había cedido su gestión a la Comunidad de Regantes del Campo
de Cartagena pero las canalizaciones estaban deterioradas en muchos puntos por falta de mantenimiento.
Cinco años después de autorizar las desaladoras, la CHS empieza a enviar comunicaciones a los regantes para informarles de que la autorización ha caducado.
Ante el problema de los vertidos, la CHS ni renovó las autorizaciones temporales de las desalobradoras ni concedió nuevas. La ilegalidad se apoderó de un aspecto más del regadío en la zona. La norma durante años fue, de nuevo, dejar hacer
a los regantes. Hasta 900 desaladoras llegó a declarar un comisario de aguas que podía haber en el Campo de Cartagena.
Según el escrito del fiscal, “ante toda esta caótica situación, nadie hace nada, ni nadie toma medidas sobre los ya alarmantes vertidos incontrolados de salmuera que están llegando al Mar Menor con conocimiento y
consentimiento de la CHS y la Consejería”. Cuando hay lluvias torrenciales, como ocurrió a principios de 2017, la Rambla del Albujón se convierte en un río que arrastra los nitratos de los abonos y aflora el agua contaminada por
nitratos del acuífero Cuaternario. Cuando no hay lluvias torrenciales, se mantiene siempre un caudal aunque sea mínimo de agua constante en la Rambla que llega hasta el Mar Menor. La prueba de su origen está en las mangas de riego que van
quedando a su paso.
Residuos plásticos provenientes de la agricultura en la desembocadura de la rambla del Albujón en enero de 2017. / DATADISTA
Los diferentes gobiernos centrales han ido dejando señales de hasta qué punto conocían el problema que se estaba creando, con licitaciones y planes que nunca se llevaban a cabo. Volvieron a aparecer fugazmente en
los Presupuestos Generales del Estado de 2010, donde se recogió la "Declaración de Interés General para las obras de eliminación de las salmueras procedentes de la red de desalobradoras del Campo de Cartagena y sus vertidos al Mar
Mediterráneo" y ya.
"Había una red de salmueroductos en el Campo de Cartagena que era titularidad de la CHS, cuya finalidad es bajar ese nivel freático, para que los propios cultivos no se vean afectados y conducirlos en su momento a su
evacuación fuera del Mar Menor, y cuando pasó lo que pasó, aquí al final lo que hubo fue una alarma importante social y se dio por parte de la Comunidad Autónoma cegar todo ese salmueroducto. Al cerrar ese salmueroducto, esos pozos ya no
tenían donde evacuar los rechazos.".
Mario Urrea, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura.
La misma administración que había impulsado esta fórmula de riego abandonó el plan a medias. El rechazo se dejó libre en las ramblas o se vertió al salmueroconducto, incapaz de asumir el volumen. De uno u otro
modo, el nitrato concentrado acabó filtrándose de nuevo al acuífero Cuaternario, que ya estaba altamente contaminado y está comunicado con la laguna, o fue a parar directamente al Mar Menor.
Número de sanciones por desalación de aguas sin autorización, desobediencia e incumplimentos. Hasta 2014 la CHS no comenzó a sancionar por este motivo. |
Fuente: Confederación Hidrográfica del Segura
¿Qué se hizo con las desaladoras sabiendo que eran ilegales? DATADISTA ha realizado un análisis de todos los expedientes sancionadores iniciados por la CHS entre el 1 de enero de 2007 y el 30 de junio de 2019.
Hasta el año 2014, la Confederación Hidrográfica del Segura no tramitó ningún expediente sancionador por realizar desalación de aguas subterráneas sin
autorización.
Esta infracción administrativa de la Ley de Aguas impone sanciones a los responsables de vertidos que puedan deteriorar la calidad del agua sin contar con autorización.
Desde 2014 y hasta el 30 de junio de 2019, la CHS abrió 51 expedientes sancionadores por desalación de aguas sin autorización, desobediencia o incumplimento. Solo 21 fueron sancionados con una multa entre 1.000 y 10.000
euros, siendo 1.000 euros la cuantía más frecuente. En la mayoría de los casos es una falta leve.