El pasado lunes 22 de diciembre, día de la Lotería de Navidad y un día después de las elecciones a la Junta de Extremadura, a la urbanización Marina Isla de Valdecañas, situada en los municipios de El Gordo y Berrocalejo (Cáceres), volvió a tocarle premio. En el Boletín Oficial de Extremadura apareció publicado un decreto que había sido aprobado por el Gobierno de María Guardiola el 16 de diciembre, es decir, estando en funciones, para modificar los límites de 11 zonas especiales de protección de aves (ZEPA) incluida la del Embalse de Valdecañas. Objetivo: que la isla sobre la que se levantó en 2007 un complejo urbanístico de lujo declarado una y otra vez ilegal por los tribunales deje de estar protegida.

El Decreto se ha aprobado menos de un mes después de la última sentencia del Tribunal Constitucional que dice, al igual que las otras dos emitidas en octubre, que el complejo de Valdecañas es ilegal y debe derribarse en su totalidad. Después de un periplo judicial de 18 años y de que PSOE y PP hayan intentado esquivar sentencias judiciales en firme con cambios en la ley, unas cuantas veces al borde de elecciones autonómicas, el nuevo intento se agarra a una supuesta mejora técnica que permite en la actualidad ajustar la planimetría de las zonas protegidas, mejora que tiene el curioso efecto de que la isla se quede sin protección. Un movimiento que recuerda al cambio de planos de El Algarrobico, calificado de "burda maniobra" por los tribunales, y para el que ya preparan recurso contencioso-administrativo desde Ecologistas en Acción-CODA.

No es lo único que recuerda al caso de El Algarrobico. También la supuesta indemnización millonaria y la injusticia de que sean los bolsillos de los ciudadanos quienes la sufraguen como supuesto argumento para no demoler. En este caso, se calculó hace años que el perjuicio total a las arcas públicas se elevaría a 145 millones de euros, de los que 34 millones serían por el coste de demoler lo edificado y 111 millones por el impacto de las indemnizaciones a los propietarios. No se incluyó la indemnización al dueño del hotel. Quizás lo más curioso es que en este caso el cálculo procedió de la propia Junta de Extremadura, que entregó un estudio no contrastado y del que se desconoce el autor y la fecha que sirvió ante el TSJEx para indultar temporalmente los edificios construidos hasta que el Supremo sentenció de nuevo la demolición total.

Nuevos límites de la ZEPA Embalse de Valdecañas

Superficie protegida
Superficie nueva protegida
Superficie que se desprotege
Nuevos límites de la zona ZEPA en el embalse de Valdecañas
Situación en Extremadura
Modificación de los límites de la ZEPA en el Embalse de Valdecañas, aprobado el 16 de diciembre de 2025 Fuente: Junta de Extremadura

Hay determinados apellidos que, si eligen un sitio para tener una de sus propiedades inmobiliarias, algo indica que mal lugar no es. Por eso, resulta difícil creer que, cuando se habla de la isla de Valdecañas casi como un erial, una escombrera, un rincón al que antes de urbanizarse se acercaba el ser humano poco más que para tirar sus electrodomésticos viejos y practicar la caza y la pesca furtivas, un páramo de pastos y restos de plantaciones de eucaliptos abandonadas, nada digno de una protección salvo por error de alguien, se trate del mismo sitio que la pintora y mecenas Mayte Spínola definió como "la sorprendente y mágica Isla Marina de Valdecañas, en el corazón de Extremadura" en su libro de memorias Vivencias, lo que aprendí de mis amigos (Visión Libros, 2021).

Spínola, viuda del empresario Graciliano Barreiros, que creó un imperio junto a sus hermanos a partir de la venta de camiones diésel y coches Simca, cuenta en su libro cómo acabó metida en el negocio inmobiliario casi sin quererlo, a base de convencer a su gente de que la siguieran donde echaba cimientos. Su gente son los Gómez-Acebo, Infantado, López Ibor, las Koplowitz, el ganadero Samuel Flores y su familia… La gente a la que convencía de que la siguieran y se hicieran con un apartamento en Sierra Nevada en el Nevada Center; junto a su finca de La Escorzonera en Madrid, donde organizó la fiesta para celebrar la mayoría de edad de Victoria Federica; o en Sol de Mallorca, su "adorable urbanización del alma, donde he logrado llevarme a toda mi familia y rodearme de mis mejores amigos", la urbanización que la fallecida Pilar de Borbón, tía del Rey Felipe VI, hermana mayor del Emérito, llamaba su "paraíso en la tierra". En ese listado de lugares especiales, Spínola incluye la Isla de Valdecañas.

"Ferrovial fue la constructora; los promotores, Antonio Reneses como presidente, gran cerebro y gran persona, y José María Gea, consejero delegado". A este último se le atribuye ser el ideólogo del complejo que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), el Supremo y el Constitucional han dicho que es ilegal.

El Supremo y el Constitucional han sentenciado que debe tirarse abajo en su totalidad y devolver el terreno a su estado original.

La isla pertenece a la Red Natura 2000, es Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) y tiene una protección especial por ello frente al ladrillo. Las sentencias han dicho que desde los Gobiernos autonómicos no pueden deshacerse esas protecciones a base de remiendos en leyes regionales que pretendan colocarse por encima de la normativa básica estatal. Ni se pueden cambiar las zonas protegidas que se comunicaron a Europa por las propias CCAA sin comunicarlo de nuevo a Europa y sin que exista una variación en las características naturales del entorno protegido que se demuestren científicamente.

Evolución de la Isla de Valdecañas (1957-2025)

Isla de Valdecañas en 1957 Isla de Valdecañas en 1973-86 Isla de Valdecañas en 1981-83 Isla de Valdecañas en 1997-98 Isla de Valdecañas en 1997-2003 Isla de Valdecañas en 2006 Isla de Valdecañas en 2009 Isla de Valdecañas en 2010 Isla de Valdecañas en 2012 Isla de Valdecañas en 2016 Isla de Valdecañas en 2020 Isla de Valdecañas en 2025 1957
Evolución de la Isla de Valdecañas desde 1957 hasta 2025. El embalse de Valdecañas se construyó entre 1957 y 1964. Fuente: IGN PNOA, Junta de Extremadura y Airbus DS 2025

Las primeras sentencias sobre la ilegalidad del complejo de Valdecañas se remontan a 2011. Son ilegales las 185 casas que contaba Spínola en su libro que vendió en exclusiva la inmobiliaria "Vertical Real State, llevada en origen por gente joven como mi hija Rocío Barreiros, Beltrán Gómez-Acebo, Jaime López-Ibor, Alfonso Bustamante, Pedro Cavero o Paloma Bohórquez" y en la que ella se implicó.

Ilegal la casa que adquirió José María Aznar Jr., hijo del expresidente del Gobierno y la exalcaldesa de Madrid Ana Botella, y la que compró el cantante Carlos Baute. También las que compraron consejeros de bancos y grandes firmas y las que adquirieron hipotecándose bolsillos algo menos privilegiados. Es ilegal el Hotel del Golf, también en la Isla y decorado con obras de arte del Grupo pro Arte y Cultura que dirige Spínola. Ilegales las pistas polideportivas, el club náutico, la playa artificial, los edificios comunes. Ilegal el embarcadero, las pistas de equitación, el campo de golf. También los edificios que quedaron a medias.

Siempre que una Administración tenga un boletín oficial desde el que retorcer la normativa, la demolición puede retrasarse durante décadas.

¿Por qué es ilegal Valdecañas? ¿Por qué resiste? El botón de muestra que acaba de apretarse de nuevo antes de unas elecciones es la prueba de una larga historia y de una práctica fuertemente arraigada en España. Siempre que una Administración pública tenga un boletín oficial desde el que retorcer la normativa, cambiar una planimetría, añadir un artículo y pólvora del rey para reactivar una y otra vez el ciclo judicial, la demolición de un edificio ilegal, incluso aunque esté sobre suelo especialmente protegido, incluso aunque pesen sentencias en firme contra él, puede retrasarse durante décadas.

La rueda judicial y la normativa mutante

El complejo de Valdecañas se levantó merced a un decreto de la Junta de Extremadura aprobado el 10 de abril de 2007, en pleno pico de la burbuja inmobiliaria en España, a un mes de que arrancase otra campaña electoral. Juan Carlos Rodríguez Ibarra se iba, dejaba el relevo al frente del PSOE extremeño al recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara, pero antes echaba su firma en el Diario Oficial a un proyecto que implicaba reclasificar a urbanizable suelo protegido, declarando mediante un decreto Proyecto de Interés Regional el Complejo Turístico, de Salud, Paisajístico y de Servicios de Marina Isla de Valdecañas.

Había un obstáculo que conocían perfectamente. La Isla estaba desde 2003 dentro de la Red Natura 2000 y era Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). Es decir, terreno no urbanizable de especial protección. En siete líneas del Diario Oficial se pretendió zanjar el problema al afirmar que resultaba "ambientalmente compatible y viable al determinarse que no producirá efectos significativos adversos y considerar que no causará perjuicio a la integridad de la Red Natura 2000". Estrategia Jedi. Aquí no pasa nada, circulen. Pero sí pasó.

2007, 10 de abril

Decreto PIR

Luz verde al proyecto

A semanas de las elecciones autonómicas, se aprueba el Decreto que declara Proyecto de Interés Regional el Complejo Turístico Isla Marina de Valdecañas en plena red natura 2000 y Zona ZEPA.

2011, 9 de marzo

Primeras sentencias

Nulidad de pleno derecho

Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (ADENEX) y Ecologistas en Acción-CODA recurrieron el decreto ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, iniciando un largo periplo en los tribunales mientras las máquinas nivelaban, cimentaban y enladrillaban El complejo, que pretendía tener 565 villas y dos hoteles de lujo, se paró por sí solo con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Cuando llegaron las dos primeras sentencias, en 2011, se habían terminado y ocupado 185 villas y solo un hotel de los dos previstos. Nada de aquello debía estar allí. Las sentencias ordenaron "la reposición de los terrenos a la situación anterior a la aprobación del proyecto" al declararlo "nulo de pleno derecho". Las sentencias fueron recurridas en recursos paralelos por las administraciones, la constructora y la comunidad de propietarios del complejo.

2011, 29 de marzo

Cambio en la Ley del Suelo

La falsa compatibilidad

En 20 días desde la sentencia y de nuevo metidos en precampaña de las elecciones autonómicas de ese año, la Junta de Extremadura de Fernández Vara con el apoyo del PP aprobó un cambio en la Ley del Suelo extremeña añadiendo: "La mera inclusión de unos terrenos en la red ecológica Natura 2000 no determinará, por sí sola, su clasificación como suelo no urbanizable, pudiendo ser objeto de una transformación urbanística compatible con la preservación de los valores ambientales necesarios para garantizar la integridad del área" (artículo 11.3.1.b de la Ley 15/2001 del Suelo de Extremadura). La norma fue recurrida ante el Supremo por las asociaciones ecologistas.

2014

El Supremo ratifica las sentencias

Sin marcha atrás

El Tribunal Supremo ratificó las sentencias que declaraban la nulidad del complejo e instaban a su reposición a su estado originario, es decir, a la total demolición de lo construido, tanto lo terminado como lo que había quedado a medias.

2019

Inconstitucionalidad

Ley del Suelo tumbada

El Tribunal Constitucional declaró la inconstitucionalidad del cambio que Extremadura había hecho en su Ley del Suelo pretendiendo modificar una norma básica estatal y reduciendo la protección de una zona ZEPA, algo que solo es posible con el visto bueno de Europa tras demostrar de forma científica que se ha producido una modificación de origen natural.

2020

El indulto parcial

Legalización de facto

Sorpresa. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura resolvió que la sentencia del Supremo era imposible de ejecutar y declaró "la ejecución material parcial". Lo que estaba a medias se tiraba y lo que estaba en uso se dejaba, es decir, establecía "la conservación del hotel, viviendas, campo de golf e instalaciones actualmente construidas y en funcionamiento". Legalizaba de facto lo ilegal al indultarlo y dejarlo en pie. Ecologistas en Acción-CODA recurrió esta decisión ante el Supremo.

2022

El Supremo insiste

Demolición total

El Alto Tribunal sentenció en el mismo sentido que en 2014 pero 6 años después. Es decir, ordenó la demolición de todo por la "nulidad de pleno derecho" del proyecto. La Junta, los ayuntamientos, los propietarios y la constructora recurrieron la sentencia ante el Constitucional argumentando defectos de forma y de constitución de los tribunales.

2023

Zonas ZEPA oficiales al fin

Una trampa al acecho

Parece haber pasado desapercibido el hecho de que en 2023 se aprobó la Ley 2/2023 por la que se regulan determinados aspectos de la Red Natura 2000 en Extremadura. Se pretende en ella hacer oficial la declaración de 55 zonas de especial protección de aves (ZEPA), incluida la de Valdecañas, atribuyendo la tardanza a un despiste que se había prolongado durante 20 años. Aunque se defiende en el texto que se hace para dar seguridad jurídica a las zonas protegidas, se abrió la puerta, en caso de ser necesario, a aludir a la fecha de aprobación oficial de la ZEPA como prueba de que fue posterior a la existencia del complejo.

2025

Triple sentencia TC

¿El muro final?

El Constitucional se ratifica. El complejo es ilegal y hay que restituir los terrenos a su estado natural.

2025, 22 de diciembre

Cambiazo en la planimetría

La excusa técnica

El 16 de diciembre de 2025, el gobierno en funciones de la Junta de Extremadura aprobó un decreto para modificar los límites de 11 zonas especiales de protección de aves (ZEPA). Un cambio que se justifica en el avance de la tecnología para ser más precisos en la definición de sus límites pero que solo han aplicado a 11 de las 28 ZEPAS y cuyo cambio más significativo es sacar la Isla de Valdecañas de la protección.

Vista de Valdecañas

¿Merecía protección Valdecañas?

Para ser el rincón del planeta sin valor natural alguno al que se refieren los defensores del complejo cada vez que se habla de tirarlo, las cautelas del decreto original que lo aprobó asegurando que no tendría efectos en la integridad de la Red Natura 2000 no fueron pocas.

Como quien es capaz de poner a fichar a los pájaros, se dice que los trabajos de construcción debían empezar media hora después de que las grullas abandonasen su dormidero en la isla y terminar media hora antes de su vuelta para "disminuir las molestias" que sabían les iban a ocasionar. De marzo a junio no se harían desbroces para "disminuir el efecto negativo en la reproducción de la fauna". Se debían conservar "los pies de encina, pino, enebro y ciprés más desarrollados y en buen estado" y "solo se eliminaría la vegetación natural estrictamente necesaria". Esto solo en la fase de construcción, donde debía hacerse lo posible por minimizar el ruido, movimiento de polvo o la contaminación lumínica.

Valdecañas 2025
Valdecañas 2006
2006 2025
Comparativa de la Isla de Valdecañas entre 2006 y 2025 Fuente: IGN PNOA / Airbus DS

En la fase de explotación del complejo había varios elementos que iban a modificar el entorno de aves y fauna: un embarcadero; la red eléctrica, que se permitió que fuese aérea pese a preferirse subterránea y a pesar de reconocerse expresamente el riesgo de "electrocución y choque de la avifauna" y la pérdida de refugios para las aves. Como soluciones: se obligaba a restringir las zonas aptas para navegación, cautela que no se cumplió, a hacer el mantenimiento de los barcos en dique seco para evitar vertidos y se reconoció la necesidad de planificar en las edificaciones huecos y aleros que permitiesen "el anidamiento de especies como el cernícalo, avión, golondrina, cigüeña, murciélagos, además de plataformas para la cigüeña blanca". También se advertía sobre los fertilizantes y fitosanitarios del campo de golf, que podían filtrarse al suelo. Las medidas o no se tomaron o fueron muy deficientes.

En 2007, la isla se encontraba en el mejor momento de conservación desde la década de 1950.

Por otro lado, para responder a si merecía protección la isla de Valdecañas, existe un amplio informe pericial que fue encargado por el TSJEx a la Estación Biológica Doñana-CSIC que aún arroja más luz. Reconoce que la isla tuvo "uso agrícola hasta la década de 1960 y forestal hasta la década de 1990". Fueron años de degradación, especialmente por el cultivo de eucaliptos, pero la cosa cambió. Tanto que, "en 2007", el año en que comenzaron las obras del complejo, "la isla se encontraba en el mejor momento de conservación desde la década de 1950". Los hábitats que se habían desarrollado de forma natural eran "potencialmente utilizables por el 72% de las aves terrestres de la ZEPA en época de reproducción y por el 61% en época invernal".

La construcción del complejo ha podido suponer "la desaparición de un tercio de las aves terrestres en época de reproducción y un quinto de las especies invernantes. La mayoría de estas especies estaban protegidas por la ley".

"Al detener la regeneración del monte mediterráneo, el impacto ambiental de la construcción fue sustancial, dados la extensión y el número de plantas afectados". De no haber tenido lugar las obras del complejo, "es muy probable que la isla estuviese cubierta actualmente por un bosque mediterráneo relativamente desarrollado. Todos estos valores merecían protección". En lugar de ello, "la construcción supuso la eliminación de más de la mitad de los árboles y arbustos nativos que se estaban regenerando naturalmente. Se revegetó menos de la mitad y se aplicó usando plantas poco apropiadas, entre ellas algunas especies exóticas catalogadas como invasoras".

La calidad del agua del embalse también se vio afectada. Aumentó su eutrofización y "la frecuencia de brotes de cianobacterias se multiplicó por diez". Entre otras afecciones, las estaciones depuradoras "EDAR construidas no funcionan correctamente y se vierte agua sin depurar al embalse reduciendo la calidad del medio acuático".

No está clara la afección al número de aves de la ZEPA, sí que "las especies más grandes, como ánsares y grullas, suelen evitar las zonas próximas al Complejo en un radio de 2.000 metros". Se vio afectado el "cormorán grande, que experimentó un descenso numérico probablemente relacionado con el aumento de la eutrofización del embalse". Los milanos negros y los milanos reales no crían en la isla de Valdecañas desde que se construyó el complejo. Se los ve sobrevolando el embalse y las dehesas que lo rodean y se los observó cazando en la isla y sus alrededores en la época de cría en 2017 y 2018, años en que el informe pericial estaba en elaboración. Pero no se reproducen allí ni en las inmediaciones de la isla mientras sí lo hacen en otros lugares de la ZEPA.

Los informes que la Declaración de Impacto Ambiental establecía como obligatorios ni se redactaron en su mayoría y los que lo hicieron fue "con una calidad técnica especialmente baja, sin información que permita hacer valoraciones rigurosas de los impactos".