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Realizado por Raúl Sánchez y Analía Plaza
España vive en pisos: por qué hemos construido nuestras ciudades en vertical

Un proyecto de elDiario.es con datos del Catastro
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Esta es la Torre Hercón en A Coruña. Tiene 31 plantas, 24 de ellas viviendas. Se inauguró en 1975 y es el edificio más alto de Galicia🏙️

Fue promovida por una cooperativa de viviendas de protección oficial. El arquitecto les convenció para construir en altura y que las viviendas fueran grandes, con ventilación y luz☀️

Los edificios altos permiten que viva más gente en menos espacio. A Coruña es la ciudad con más altura media de España y tiene algunos de los kilómetros cuadrados con mayor densidad.

Veámoslo en el mapa. Se muestran todos los edificios construidos en la capital de la provincia gallega según su altura. Los de color rosa son las edificaciones de mayor altura y los verdes, los de menor número de plantas.

En A Coruña, como en todas las grandes ciudades españolas, la gente vive en pisos🏢

España es uno de los países del mundo en los que más porcentaje de población vive así, según los datos de la OCDE.

La concentración de población en poco espacio es incluso mayor que en países como Suiza, Alemania o Italia. Por encima del territorio español, solo en Corea del Sur vive más gente en viviendas colectivas.

Porcentaje de la población que vive en viviendas colectivas frente a casas unifamiliares y adosados

País% viviendo en pisos
Corea del Sur
74%
España
65%
Suiza
62%
Grecia
59%
Alemania
56%
Italia
53%
Suecia
47%
Portugal
45%
Japón
44%
UE
41%
Francia
34%
Canadá
33%
EEUU
26%
Bélgica
22%
Países Bajos
21%
Reino Unido
15%

Fuente: OCDE

¿A qué se debe y cómo hemos llegado hasta aquí? Acompáñanos en este recorrido histórico y te lo enseñamos.

Viajemos al casco antiguo de Barcelona: el distrito de Ciutat Vella. Estas calles estrechas estuvieron cercadas por una muralla 🏰 hasta 1854.

La densidad de población era elevada. Se creía que las enfermedades🦠 se propagaban en forma de aire venenoso, a través de los miasmas. Así representaban al cólera en el s.XIX 👇

Ildefons Cerdà quiso demostrar que la alta densidad de población mataba. Con su diseño del Eixample, influenciado por corrientes higienistas, plantea un urbanismo que baja la densidad y regenera el aire.

Cerdà pensó en manzanas abiertas con jardines interiores🌳. La especulación truncó su plan. Al final, algunas zonas del Eixample se convirtieron en más densas que la Ciutat Vella.

Barcelona es hoy una de las ciudades más altas y más densas del país. También los municipios de su periferia, como L'Hospitalet o Santa Coloma, que crecieron a partir de los 50, fruto del éxodo rural👨‍🌾.

Los datos del Catastro (sin incluir Euskadi y Navarra) muestran esta relación en la mayoría de urbes españolas. Cuanto más altas son las ciudades, más junta vive su población. Además del área metropolitana de Barcelona, otras zonas urbanas como Cádiz y Valencia están entre las más densas y donde más alto se ha construido hasta ahora.

Comparación de la densidad de población y la altura media de las ciudades de más de 20.000 habitantesscroll

Fuente: Catastro, INE

Entre 1950 y 1975, miles de españoles migran del campo🚜 a la ciudad🌆. El Ministerio de la Vivienda franquista impulsa la construcción de polígonos de bloques en altura para acogerlos.

Este es el grupo de viviendas Antonio Rueda. Son 1.002 viviendas de renta limitada. Este tipo de desarrollos están influenciados por el movimiento moderno.

Durante las décadas de los 60 y 70 se construye más vivienda y más alta que nunca en España. Se crean así las primeras coronas metropolitanas, alrededor de los núcleos históricos y ensanches de principios de siglo. 👇

Evolución de edificios construidos de 5 o más plantas por década

Fuente: Catastro

Los bloques del desarrollismo empiezan siendo de cuatro alturas porque no había dinero para ascensores. Después llegarán los bloques en forma de H, con un ascensor y más plantas para hacerlo rentable. La distribución de las viviendas según el número de plantas del edificio en cada ciudad muestra este fenómeno.

Por ejemplo, gran parte de los cinturones obreros de las grandes ciudades concentran sus viviendas en edificios de 5 plantas, como Parla, Santa Coloma o Leganés. Desarrollados también en los 70, otros polígonos industriales como Fuenlabrada, Alcorcón y L'Hospitalet condensan la mayor parte de sus viviendas en construcciones de más de 7 y 8 plantas.

Distribución de las viviendas de cada municipio según el número de plantas del edificioscroll

Fuente: Catastro

Un ejemplo de estos desarrollos de polígonos en forma de H está en Móstoles, la periferia de Madrid.

A partir de los 80 el éxodo rural pierde velocidad. Paralelamente llega a España la dispersión urbana o 'urban sprawl'🏡, inspirada en el suburbio estadounidense.

Municipios como Sant Cugat del Vallès (Barcelona), Godella (Valencia) o Pozuelo (Madrid) son buenos ejemplos de dispersión urbana.

Las viviendas son unifamiliares🏠. La densidad es muy baja, lo que incrementa el coste de los servicios públicos.

Pero ese producto inmobiliario es de lujo y no llega a mucha gente. La dispersión urbana continuará a base de adosados🏘️, especialmente durante los 90, y de viviendas en bloques.

En Santa Marta de Tormes, en el área metropolitana de Salamanca, podemos observar varias promociones de adosados o 'collares de perlas'

Este cambio se muestra claramente en la evolución de las viviendas construidas en cada década en España. Mientras que los edificios de cinco o más plantas fueron mayoritarios en el primer boom de desarrollo en las décadas de los 60 y 70, durante la burbuja inmobiliaria se construyeron principalmente viviendas edificadas a menor altura

Evolución del número de viviendas construidas en cada década según el nº de plantas del edificioscroll

Fuente: Catastro

Paralela a la fiebre de los adosados, y tras los polígonos y los bloques en H, llega la siguiente generación de viviendas en bloque: la manzana🍏 cerrada, que predominará desde los 90 hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria y tras la recuperación.

El barrio de Parque Venecia, en Zaragoza, es un caso muy claro de nuevo barrio con manzanas cerradas. Se planificó en plena burbuja y su urbanización comenzó en 2008. Los 7.000 vecinos, familias jóvenes con hijos, han denunciado la falta de servicios públicos.

Estos nuevos ensanches ofrecen vivienda más asequible que la ciudad consolidada y atraen a las clases medias. Suelen ser poco densos y quedar desconectados de la urbe.

Los centros de las ciudades se revalorizaron antes de la pandemia. Tras esta, ha aumentado la demanda de unifamiliares y pisos en las coronas metropolitanas.

Evolución del % de compraventas de viviendas unifamiliares

Fuente: Banco de España

Pero las corrientes urbanísticas contemporáneas apuntan en otra dirección: ciudades compactas, complejas y cohesionadas.

¿Cuál es la altura adecuada de las ciudades? ¿Y su densidad? ¿Hacia dónde va y hacia dónde debería ir el urbanismo español?

Cinco ideas para las ciudades del futuro

Barrios como champiñones. Las urbanizaciones de unifamiliares no tienen por qué ser insostenibles. En Reino Unido y Holanda hay zonas así con densidades razonables, bien conectadas en transporte público. "En Londres funciona la high-street, calle comercial densa, rodeada de casas bajas", sostiene el arquitecto y urbanista Álvaro Ardura. "Una teoría provocadora es que el verdadero demonio es la división horizontal: los pisos, no los chalés. Si el propietario del suelo no pudiera construir en altura se lo pensaría más a la hora de especular". En el modelo 'champiñón', el centro del barrio concentra los servicios y el resto son unifamiliares, pero con cierta densidad (no en grandes parcelas).

Ciudades de 15 minutos. Relacionada con lo anterior está la ciudad de los 15 minutos, promovida por la alcaldesa de París. "La idea es hacer barrios multiuso donde puedas cubrir tus necesidades. Ahí la ciudad mediterránea y densa es difícil de mejorar. El desafío es transformarla: quitar asfalto, añadir naturaleza y evitar la especulación", añade Isabelle Anguelovski, doctora en urbanismo por el MIT. Vista de otro modo es la 'ciudad de los cuidados'. "Las ciudades siempre han sido consideradas centros de producción y consumo. Vamos hacia modelos que incluyan otras voces: mujeres, niños, personas mayores e invisibilizadas. Pero nos enfrentamos a un statu quo difícil de cuestionar".

Regeneración de zonas densas. Si la ciudad densa tiene sus ventajas, ¿qué hacer con aquellas construidas en los 60 y 70 malinterpretando el modelo original? "La tendencia no debe ser ocupar nuevos suelos, sino regenerar los obsoletos. La densidad no es un problema en España", dice Javier Martínez, presidente de la Unión de Agrupaciones de Arquitectos Urbanistas. "Aislar los edificios, hacerlos accesibles y recuperar los terrenos que en los planos aparecían arbolados, porque aquellos barrios se construyeron sin garajes y hoy están llenos de coches".

Metrópolis con una buena red de Cercanías. "Tenemos la red de AVE más importante del mundo y áreas metropolitanas sin una red decente de Cercanías", recalca Joan Romero, catedrático de Geografía Humana en la Universidad de Valencia. "Desde los 90, la creación de ciudades reales no ha ido acompañada de buenas políticas públicas de movilidad". El responsable de movilidad en Greenpeace, Adrián Fernández, da recetas para hacerlo bien: mezclar usos (residencial, comercial y oficinas), corredores bien definidos (mejor gente yendo en una sola dirección que en múltiples), demanda similar a todas horas (lo contrario a una ciudad dormitorio donde el transporte se usa para ir y volver de trabajar) y densidad suficiente que permita llegar a las paradas en pocos minutos.

Compacidad, complejidad y cohesión. "Frente a la dispersión, compacidad. Frente a la especialización, complejidad. Y frente a la segregación, cohesión", apunta Oriol Nel·lo, doctor en Geografía y uno de los mayores expertos en ordenación de España. Es decir: ni dispersión y concentración a ultranza, sino "crecimientos continuos con densidad razonable", ni áreas exclusivamente residenciales (mezcla de usos). Por último, Nel·lo aboga por la cohesión social. "Y no solo para que los grupos convivan, sino para que paguen impuestos en el mismo sitio. Si cada uno paga sus impuestos en un municipio, los de renta baja nunca tendrán buenos servicios. Hay una razón instrumental. Este es el urbanismo más progresista".