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PENSIONES

Ruta por la España de los pensionistas pobres en tiempos de inflación desbocada

Con cestas de la compra reducidas en gran medida a alimentos, higiene y suministros básicos, la subida de los precios les ha obligado no a gastar más sino a consumir menos. Son los pensionistas con las pensiones más bajas, personas a las que cualquier contratiempo ha puesto al límite en 2022.

Con cestas de la compra ya muy reducidas, la subida de los precios les ha obligado no a gastar más sino a consumir aún menos. Son los pensionistas con las pensiones más bajas, personas a las que cualquier contratiempo ha puesto al límite en 2022.

ANA TUDELA Y ANTONIO DELGADO
26 DE JUNIO DE 2022
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Recorrer España durante los primeros seis meses de 2022 para conocer cómo los pensionistas con las pensiones más bajas lidian con la inflación ha sido dejar atrás precio tras precio, superados por las nuevas etiquetas en los lineales, el nuevo máximo de la luz, el nuevo récord de la gasolina. Ha sido pasar de las calefacciones apagadas o los sustos por haberla puesto a descartar el uso del aire acondicionado, pero también del horno, del lavavajillas. Y escuchar una tras otra historias de personas, en su mayoría mujeres, que no cotizaron lo que la ley estipula como suficiente. Cuidaron hijos, llevaron una casa, tuvieron trabajos en los que no les daban de alta en la Seguridad Social o ellas y ellos mismos optaron por la economía sumergida. Antes de la crisis de los precios, en España ya había jubilados con rentas muy bajas que completan el mes bajando a la plaza del pueblo a cortar ajos y mujeres con la pensión mínima que son el soporte de hijos en desempleo y sin ingresos.

Con los precios de alimentos básicos y de la electricidad escalando, en economías domésticas acostumbradas ya a un control férreo del gasto, cualquier sobresalto en esta primera mitad de 2022 ha descuajaringado por completo el presupuesto. Una factura de la luz que llega sin el bono social precisamente el mes que se cuadruplica el importe, una operación de cataratas que obliga a comprar unas gafas nuevas, pruebas médicas que obligan a desplazarse en coche semanalmente al hospital más cercano. La cesta no les ha salido más cara, se ha quedado más vacía. Porque su opción no es pagar más sino consumir menos.

En España, 2.208.391 personas reciben una pensión contributiva con complemento a mínimos, lo que equivale desde principio de este año a cobrar 721 euros al mes en 14 pagas en caso de no tener cónyuge a cargo. Otras 264.100 personas cobran 421,5 euros al mes de pensión no contributiva de jubilación y 180.700 reciben 462,7 euros de media por tener una pensión no contributiva de invalidez.

Son estas últimas, las no contributivas tanto de jubilación como de invalidez, las que van a recibir un incremento del 15% hasta final de año, tal y como ha anunciado este sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con el resto de las nuevas medidas para hacer frente a la crisis de los precios. En euros contantes y sonantes, la subida de las no contributivas supondrá entre 63 y 70 euros de subida al mes.

Pensiones mínimas y brecha de género

Blanca
Jadraque (Guadalajara)
700€/mes en 14 pagas
Pensión de viudedad con complemento a mínimos

Ha criado 6 hijos. Trabajó cuidando personas mayores o en trabajos de limpieza, siempre sin cotizar. Al morir el ex marido le denegaron en un primer momento la pensión de viudedad por haberse separado tras 49 años de matrimonio. Tras la reclamación le fue concedida una pensión de viudedad con complemento a mínimos.
Uno de sus hijos, separado y en desempleo, vive actualmente con ella y por temporadas también el nieto. El único ingreso que entra en el hogar actualmente es su pensión.
Hace años que renunció a ir al dentista.

La brecha de las mujeres con pensión mínima

El 66,3% de las pensiones con complemento a mínimos que se pagan en España corresponde a mujeres, porcentaje claramente afectado por historias de cotización más cortas, más bajas, con rotos de cotización temporales debidos a los años de crianza de los hijos y al perfil mayoritariamente femenino de las actividades de cuidados familiares pero también al peso de las pensiones de viudedad, cobradas en la inmensa mayoría de los casos por mujeres.

Si se miran por tramos de cuantía, el 42,86% de las personas con derecho a pensión cobra actualmente menos de 750 euros mensuales. La cifra cambia sensiblemente si se distingue entre sexos.
El 57,93% de las mujeres que cobra pensión no supera los 750 euros mensuales, porcentaje que se queda en el 26,32% en el caso de los hombres.
Las mujeres superan a los hombres en las pensiones de jubilación que reciben complemento para llegar al mínimo. De las 1.277.186 pensiones de jubilación con complemento a mínimos, el 44,9% corresponden a hombres frente al 55,1% de las mujeres. A ello se suman las 607.464 pensiones mínimas de viudedad que corresponden a mujeres frente a solo 14.025 de hombres.













La brecha geográfica e industrial

España es una sucesión de brechas también en las pensiones. A la de género se superpone una brecha geográfica norte-sur, costa-interior, ciudad-campo. Lanzando sobre el mapa del país la estadística de pensiones medias por municipio del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, es posible recorrer la historia económica de los municipios de España.

Pensión media por municipio

Hay un mundo entre los 456,93 euros mensuales que cobran de media los 10 pensionistas de Padrones de Bureba, en Burgos, y los 1.781 que cobran de media los 342 pensionistas de Degaña, en Asturias. Asumiendo las limitaciones de las medias, hay diferencias con una clara explicación económica.

Junto al imán de rentas más altas de las capitales de provincia, se distingue dónde hubo minería, cuyos trabajadores cuentan con un Régimen Especial de la Seguridad Social, y dónde hubo industria. Este hecho sitúa al frente de las pensiones medias más altas a municipios otrora mineros como Degaña (Asturias) o Igüeña (León), ambas por encima de los 1.700 euros de pensión media; así como Estercuel, Andorra, Gargallo y Ariño (Teruel); Laviana, San Martín del Rey Aurelio, Riosa y Aller (Asturias); Villablino y Fabero (León), por encima de los 1.600 euros. En este grupo de cabeza solo se cuelan fuera de la mina localidades de Madrid como Tres Cantos, Las Rozas y Majadahonda, así como Getxo (Bizkaia).

Al margen de los pequeños pueblos de Burgos con menos de 20 pensionistas y las pensiones medias más bajas de España, lejos quedan también los municipios con más de 500 pensionistas que tienen una pensión media por debajo de 600 euros, todos pueblos de las zonas rurales de Ourense (Sarreaus, Ramirás, Avión, O Irixo y Padrenda).

Leyenda mapa pensiones mínimas en España

AS PONTES

2.921 pensionistas

1.482,16€

CERVO

1.221 pensionistas

1180,78€

FENE

3.722 pensionistas

1.300,97€

La central térmica de As Pontes, los antiguos astilleros de Ascano y Bazán en Fene y Ferrol, hoy integradas en Navantia; el aluminio de Alcoa en Cervo (Luego). Galicia es buen ejemplo de que el mapa de las pensiones del presente es una réplica de las apuestas económicas del pasado. En una autonomía teñida mayoritariamente por el rojo de las pensiones medias más bajas del país, fruto de amplias poblaciones dedicadas en su edad activa al sector primario y que cobran hoy la pensión del régimen especial agrario, de migrantes repatriados y fuerte influencia de la economía sumergida, destacan zonas azules con una causa industrial detrás.

 

El futuro, de nuevo, hablará de lo que ocurra en el presente en esos municipios, pendientes de los planes de Endesa una vez se inicie el desmantelamiento de la central de As Pontes; la evolución de Navantia o la solución a la situación de hibernación de las cubas de Alcoa por la carestía actual de la electricidad.

AS PONTES

2.921 pensionistas

1.482,16€

La central térmica de As Pontes, los antiguos astilleros de Ascano y Bazán en Fene y Ferrol, hoy integradas en Navantia; el aluminio de Alcoa en Cervo (Luego). Galicia es buen ejemplo de que el mapa de las pensiones del presente es una réplica de las apuestas económicas del pasado. En una autonomía teñida mayoritariamente por el rojo de las pensiones medias más bajas del país, fruto de amplias poblaciones dedicadas en su edad activa al sector primario y que cobran hoy la pensión del régimen especial agrario, de migrantes repatriados y fuerte influencia de la economía sumergida, destacan zonas azules con una causa industrial detrás.

 

El futuro, de nuevo, hablará de lo que ocurra en el presente en esos municipios, pendientes de los planes de Endesa una vez se inicie el desmantelamiento de la central de As Pontes; la evolución de Navantia o la solución a la situación de hibernación de las cubas de Alcoa por la carestía actual de la electricidad.

CERVO

1.221 pensionistas

1180,78€

FENE

3.722 pensionistas

1.300,97€

AS PONTES

2.921 pensionistas

1.482,16€

CERVO

1.221 pensionistas

1180,78€

FENE

3.722 pensionistas

1.300,97€

La central térmica de As Pontes, los antiguos astilleros de Ascano y Bazán en Fene y Ferrol, hoy integrados en Navantia; el aluminio de Alcoa en Cervo (Luego). Galicia es buen ejemplo de que el mapa de las pensiones del presente es una réplica de las apuestas económicas del pasado. En una autonomía teñida mayoritariamente por el rojo de las pensiones medias más bajas del país, fruto de amplias poblaciones dedicadas en su edad activa al sector primario y que cobran hoy la pensión del régimen especial agrario, de migrantes repatriados y fuerte influencia de la economía sumergida, destacan zonas azules con una causa industrial detrás.

El futuro, de nuevo, hablará de lo que ocurra en el presente en esos municipios, pendientes de los planes de Endesa una vez se inicie el desmantelamiento de la central de As Pontes; la evolución de Navantia o la solución a la situación de hibernación de las cubas de Alcoa por la carestía actual de la electricidad.

La cesta mínima

Ángel "el relojero"
Aceuchal (Badajoz)
421€/mes en 14 pagas
Pensión no contributiva

Empezó a trabajar con 14 años y medio haciendo recados para un negocio de relojería y acabó aprendiendo el oficio. Nunca le dieron de alta. Compró una casa para ponerse por su cuenta pero no logró ingresos suficientes para pagar la Seguridad Social. Acabó tirando el libro de deudas de gente que no le pagaba que se habían ido acumulando. Sus problemas de movilidad le impiden hacer lo que otros vecinos jubilados del pueblo con una pensión baja como él y que van a cortar ajos, el producto estrella de Aceuchal, para completar los ingresos del mes. Tenía concedido el bono social, lo que hacía que automáticamente el Ayuntamiento le abonase el resto de la factura. En mayo le llegó una factura de la luz de casi 120 euros en la que ya no aparecía como beneficiario del bono social. No entiende cómo ha podido consumir tanto. Nunca va de vacaciones.

El Instituto Nacional de Estadística elabora el IPC en base a una cesta formada por lo que considera artículos más consumidos por la mayoría de la población, según su coste en los establecimientos más visitados y ponderando la importancia relativa de cada artículo en la cesta en función de las tendencias de consumo de los hogares. Cada cinco años se revisa la cesta para adaptarla a las nuevas pautas de consumo, admitiendo carencias de calado como la actual falta de incorporación al cálculo del precio de la luz en los hogares con tarifa en el mercado libre.

El último cambio incorporó las mascarillas y la suscripción a periódicos on line y eliminó productos como el DVD y el compact disc.

Las pensiones son una de las rentas que ha vuelto a estar ligada al IPC tras la última reforma siguiendo las recomendaciones del Pacto de Toledo. El Gobierno mantiene de momento la promesa de que revalorizará para 2023 todas las pensiones conforme al IPC, revalorización que suele fijarse en un porcentaje superior para las pensiones mínimas y no contributivas. En 2022, la subida general fue del 2,5% y del 3% en las mínimas y no contributivas. En ambos casos, después de aplicar la subida del 1,6% de desviación del IPC previsto de 2021.

Pero ¿cuánto tiene que ver la cesta de consumo general con la de las personas con las pensiones más bajas? Los pensionistas que aparecen en este reportaje, especialmente aquellos que cobran una pensión no contributiva, dibujan una cesta que se parece mucho más a la segunda pestaña de este gráfico que a la primera, que recoge la ponderación utilizada actualmente por el INE.

Es habitual que los pensionistas con las pensiones más bajas repitan que llevan años sin vacaciones y no van a restaurantes (Turismo y Hostelería, 13,24% en la ponderación del IPC), que deberían ir al dentista pero retrasan o directamente han renunciado a ese gasto (servicios médicos y similares, 1,65%) o que limitan al máximo la compra de ropa (prendas de mujer, 2,2%).

Siendo la alimentación uno de sus principales gastos mensuales, ya habían limitado su consumo a ciertos productos. “La ternera ni tocarla”, “las fresas ni mirarlas”, “merluza imposible”, son algunas de las frases que han ido definiendo la zona prohibida del mercado para las rentas más bajas a lo largo del reportaje.

Pero incluso aquellos productos que eran protagonistas de su cesta han disparado sus precios, como ocurre con la carne de ave y de cerdo. Ha sido habitual escuchar explicaciones de cómo en la crisis de precios que están sufriendo con especial virulencia han tenido que modificar una vez más su patrón de consumo. Eliminar productos, cambiar unos por otros, reducir los ingredientes de una comida. Economías de emergencia que dejan en pañales la tan aclamada idea de American Airlines a finales de los ochenta de suprimir una aceituna de las ensaladas de los pasajeros ahorrando con ello miles de dólares.

Variación del precio de las carnes en España respecto al mismo mes del año anterior

Desde la Secretaría de Estado de la Seguridad Social reconocieron recientemente que está en estudio cómo hacer el cálculo de las pensiones mínimas y no contributivas en base a las características de consumo peculiares de sus beneficiarios y que la intención es llevarlo a la mesa del diálogo social para fijar una cuantía por encima del IPC que no dependa cada año de lo que decida el Gobierno de turno en los Presupuestos Generales del Estado.

Desde 2013, el complemento a mínimos de las pensiones contributivas y las no contributivas se pagan íntegramente con cargo a los impuestos generales (IVA, IRPF, Sociedades e Impuestos Especiales) y no a las cotizaciones de la Seguridad Social.

Leyenda mapa pensiones mínimas en España

Comarca del Bajo Maestrazgo

En la Comunidad Valenciana, las pensiones más bajas se sitúan en municipios donde la actividad principal de sus pensionistas durante su vida laboral ha estado relacionada con el sector primario o servicios, principalmente en agricultura y hostelería. Es el ejemplo en el interior de la comarca de la Marina Alta (Alicante) o en los municipios que conforman la comarca de Bajo Maestrazgo. En estas áreas la pensión media está entre los 600 y 700 euros.

 

En los municipios cercanos a la costa alicantina como Rojales, San Fulgencio, Daya Vieja o Llíber, la pensión media es de 750 euros. Son municipios donde hay una alta población residente extranjera, principalmente británicos.

Interior de la comarca

de la Marina Alta

En la Comunidad Valenciana, las pensiones más bajas se sitúan en municipios donde la actividad principal de sus pensionistas durante su vida laboral ha estado relacionada con el sector primario o servicios, principalmente en agricultura y hostelería. Es el ejemplo en el interior de la comarca de la Marina Alta (Alicante) o en los municipios que conforman la comarca de Bajo Maestrazgo. En estas áreas la pensión media está entre los 600 y 700 euros.

 

En los municipios cercanos a la costa alicantina como Rojales, San Fulgencio, Daya Vieja o Llíber, la pensión media es de 750 euros. Son municipios donde hay una alta población residente extranjera, principalmente británicos.

Comarca del

Bajo Maestrazgo

Interior de la comarca

de la Marina Alta

Comarca del

Bajo Maestrazgo

Interior de la comarca

de la Marina Alta

En la Comunidad Valenciana, las pensiones más bajas se sitúan en municipios donde la actividad principal de sus pensionistas durante su vida laboral ha estado relacionada con el sector primario o servicios, principalmente en agricultura y hostelería. Es el ejemplo en el interior de la comarca de la Marina Alta (Alicante) o en los municipios que conforman la comarca de Bajo Maestrazgo. En estas áreas la pensión media está entre los 600 y 700 euros.

En los municipios cercanos a la costa alicantina como Rojales, San Fulgencio, Daya Vieja o Llíber, la pensión media es de 750 euros. Son municipios donde hay una alta población residente extranjera, principalmente británicos.

Lola
Badajoz (Badajoz)
421€/mes en 14 pagas
Pensión no contributiva

Trabajó en una peluquería antes de casarse, cotizando. Dejó de trabajar al casarse y hasta que sus hijos fueron algo mayores. Tuvo otros trabajos en los que cotizó pero trabajó cuidando a un matrimonio durante 15 años sin cotizar. Al jubilarse para poder cuidar a su marido acumulaba ocho años de cotización y solo podía acceder a una pensión no contributiva. Vive sola desde que falleció su marido pero cuando van sus nietos tiene que comprar productos que demandan los niños. Tiene concedido el bono social y aún así está pagando cerca de 60 euros. El Ayuntamiento de Badajoz está estudiando abonarle parte del coste de los suministros por considerarla persona en riesgo de exclusión social. No va de vacaciones, ni al dentista y vestido compra poco y en el mercadillo, “que es más barato”.

Las condiciones de las mínimas

Las pensiones con complemento a mínimos tienen muy limitada la posibilidad de obtener otros ingresos. Superada una determinada cantidad, que en 2022 está fijada en 7.939 euros anuales por encima de la pensión para pensionistas sin cónyuge a cargo, el complemento a mínimos se va reduciendo en la misma proporción en que haya sido sobrepasada hasta desaparecer.

El complemento no es un derecho adquirido y es "absorbible con cualquier incremento futuro que puedan experimentar las percepciones de la persona interesada, ya sea en concepto de revalorizaciones o por reconocimiento de nuevas prestaciones de carácter periódico que den lugar a la concurrencia de pensiones", explica el BOE.

El complemento tampoco puede superar la pensión de jubilación en la modalidad no contributiva, que en 2022 está fijada en 5.900 euros anuales. Es decir, si la pensión reconocida por el tiempo y las cuantías efectivamente cotizadas es tan baja que exigiría un complemento para alcanzar el mínimo superior a la no contributiva, se limita a la misma.

La evolución histórica de las pensiones mínimas tiene color político. El 6 de septiembre de 2004, José Luis Rodríguez Zapatero acudía al encuentro sindical de la minería asturleonesa en Rodiezmo. No era el primer año que daba allí por inaugurado el curso político pero sí el que lo hacía por primera vez como presidente del Gobierno y aprovechó el encuentro para anunciar que los siguientes Presupuestos Generales del Estado incluirían una subida de las pensiones del 3% que, en el caso de las mínimas, sería el doble: el 6%. Desde ese día y hasta que llegaron los recortes de la crisis y el ”me cueste lo que me cueste” de 2010, Zapatero anunció cada año en Rodiezmo una subida de las pensiones mínimas muy por encima del resto.

Tras la reforma de las pensiones del Gobierno de Rajoy, el factor de revalorización dejó la subida anual, incluida la de las mínimas, en el 0,25%. La necesidad de contar con el apoyo del PNV para los presupuestos de 2018 forzó al Ejecutivo del PP a suspender esta norma de revalorización y elevar las pensiones un 1,6% en general y un 3% las mínimas. Estas subidas se mantuvieron con las sucesivas pruebas de los presupuestos de Cristóbal Montoro, las últimas del PP, ya con Pedro Sánchez en la Moncloa.

El cambio en la revalorización actual de las pensiones, además de la citada aplicación del IPC, es que no se toma el IPC de noviembre con respecto al mismo mes del año anterior, como ocurría antes de la reforma de Rajoy. Ahora es el IPC medio anual. De haberlo hecho como antes, el Gobierno se habría llevado un primer susto con la revalorización de 2022, ya que el IPC de noviembre de 2021 se situó en el 5,5%, afectado ya por la escalada del precio de la luz, frente al 2,5% de subida media del año que fue la que se aplicó a las pensiones en general.

Vecina de Vallecas
Vallecas (Madrid)
721€/mes en 14 pagas
Pensión con complemento a mínimos

Antes de casarse trabajó de modista. Sin cotizar. Su pensión se ve reducida por estar de alquiler, aunque se trate de un alquiler bajo por ser de renta antigua (150 euros).
Gasta en torno a 60 euros a la semana en comida.
La han operado de cataratas y ha tenido que gastar 500 euros en unas gafas que le han descuadrado por completo el presupuesto.
Sus vacaciones son en la casa del pueblo.

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